ENTRE LO MALO Y LO PEOR

William Tapia:

“Y, precisamente, tomando en cuenta aquello, parece correcta la decisión de no votar a favor de la instalación definitiva de la social democracia (que podría haber barajado mayores costos futuros), en contraposición a favorecer la discusión democrática legítima de una reforma de pensiones que tampoco la tiene muy fácil en el Senado, donde efectivamente la izquierda no tiene los votos (costos eventuales). Es decir, si nos apuran, decidir entre lo malo y lo peor, prefiero lo primero.”

 

Señor Director:

Sin duda llama la atención la beligerancia con que algunos personeros del "a favor" ahora apuntan con el dedo a aquellos que dijeron no existían los votos para las reformas de Boric. Un ejemplo concreto es Gabriel Alemparte quien, sin temor ni vergüenza, fustiga los llamados a la ciudadanía que hace Teresa Marinovic para que, de votar la "derecha" a favor del proyecto de pensiones, se tomen las medidas necesarias para que esos parlamentarios nunca más pisen el Congreso. Puede ser cierto que el proyecto constitucional de la derecha tibia tomaba ciertos resguardos para que no existieran modalidades de reparto -aunque discutible, pues no dejaba fuera al Estado del sistema de protección social, solo aseguraba que los fondos fueran inexpropiables, cosa interpretable, especialmente para consideración de los tribunales-; sin embargo, también es muy cierto que el proyecto rompía con la desigualdad ante la ley, promovía la agenda feminista y LGTBQ+, así como fomentaba la propaganda ecologista de organismos internacionales. En definitiva, parece que, al momento de votar, deberíamos haber tenido presente los costos de oportunidad entre una decisión u otra. Y, precisamente, tomando en cuenta aquello, parece correcta la decisión de no votar a favor de la instalación definitiva de la social democracia (que podría haber barajado mayores costos futuros), en contraposición a favorecer la discusión democrática legítima de una reforma de pensiones que tampoco la tiene muy fácil en el Senado, donde efectivamente la izquierda no tiene los votos (costos eventuales). Es decir, si nos apuran, decidir entre lo malo y lo peor, prefiero lo primero.

William Tapia Chacana. Jefe Área Filosofía y Educación, Revista Individuo.

 
Anterior
Anterior

LA FIESTA DE LOS ABRAZOS

Siguiente
Siguiente

BORIC Y EL 17D