PAN Y CIRCO EN LA CONVENCIÓN CONSTITUYENTE

 
_Porque la gente nos pidió__ Constituyente llega disfrazado de dinosaurio al ex Congreso junto a _Tía Pikachu_.jpeg

En la antigua Roma, los patricios (parlamentarios) estaban atentos a las preferencias de la multitud, ya que la política de «panem et circum» –pan y circo– estaba destinada fundamentalmente a halagar a la plebe. Es así como los límites de esta política no sólo estaban marcados por el descontento de los estratos inferiores, sino también porque los espectáculos exigían una gran repartición de dinero (fondos previsionales). Normalmente, los patricios más ricos financiaban los juegos (obviamente a costa del pueblo), lo cual era utilizado como elemento de presión sobre el emperador (Piñera).

Me imagino que algunos “patricios regionales” como los Bianchi se sienten interpelados, ya que ellos han impulsado el deterioro de las pensiones de los chilenos. Por otro lado, habría que preguntarse si los electores comprenden que son ellos mismos los que están financiando con sus ahorros las campañas de los políticos populistas y maquiavélicos… denles pan y tendrán circo. Esto es claro como el agua, porque los retiros del 10% se justificaron para enfrentar el “hambre de la gente” y culpando al gobierno en la tardanza de la ayuda durante el año 2020, pero hoy que existen beneficios fiscales universales, muestran la verdadera careta que es destruir el sistema de pensiones y debilitando el mercado de capitales.  Esto lo advertí desde la primera propuesta del primer retiro, sabiendo que no era una política “por una sola vez” como dijo Boric. A esta clase de políticos no les interesa el bienestar de la gente, si no que actúan como depredadores que son, cazadores de votos, pero que no se van a hacer cargo cuando la gente no tenga recursos a la edad de jubilar. Será una nueva generación de políticos que deberá arreglar el desaguisado. 

Un tercero, un cuarto y posible sucesivos retiros están deteriorando los fundamentos económicos macroeconómicas del país en el corto plazo. Las tasas de interés suben, la inflación sube, y eso es un costo que recae principalmente en la clase media. Sin embargo, el mayor daño y de largo plazo, se provoca en los ingresos futuros de la población. La izquierda populista y también algunos de derecha, no le cuentan a la gente que las pensiones futuras ya son un 30% más bajas, y lo más duro, que “la oportunidad de reformar y fortalecer las pensiones no será posible en varias décadas más” (palabras del propio David Bravo). Es decir, a la principal demanda social de los chilenos, la tiraron a los leones.  La izquierda progre’ ha instalado la política más individualista de la historia de Chile, porque los jubilados no tendrán pensiones y tendrán que vivir de sus propios recursos o de la caridad familiar, ya que el pilar solidario que se fortalecía ya no podrá seguir profundizándose sin desvestir a otro santo, ya que el Estado chileno estará profundamente endeudado. De igual modo, se ha debilitado la capacidad de aumentar la contribución al ahorro previsional de trabajadores y empresas. 

Mientras tanto, pan y circo en la Convención Constituyente. A la hora que escribo esta columna la izquierda solicita al Gobierno un aumento en más de 1700 millones de pesos para nuevas asignaciones para los convencionales y 400 millones de pesos para pagar a traductores de lenguas indígenas. Sin embargo, en la campaña los convencionales no tuvieron problema de promocionarse en español, y en el día a día, se desenvuelven en español.

Quieren cambiar hasta nuestra bandera y nuestro himno, no reconocen nuestra República; parafraseando a César, “la suerte está echada”. La República de Chile que logró pararse frente al umbral del desarrollo, se está convirtiendo en un “Estado Plurinacional Bananero”. El pueblo se empobrecerá heredando una pesada mochila a las futuras generaciones. Si usted no va a votar con responsabilidad en noviembre, tendremos “Pan y Circo” hasta que la decadencia, al igual que en Roma, nos destruya.

 
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