UNA PREVENCIÓN

William Tapia:

“Por de pronto, en toda la historia nacional los jueces han sido justamente el poder más estable. Durante nuestra historia, los conflictos políticos, guerras civiles, confrontaciones, siempre se han reducido a escaramuzas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, con ventajas para uno u otros en determinados momentos históricos.”

 

Señor Director:

Gran parte de la población se ha escandalizado tras conocer la noticia de que la Corte Suprema habría aprobado la compra de una serie de autos de alta gama para sus quehaceres habituales, y a ello se ha sumado la decisión del Juez Urrutia de otorgarles beneficios carcelarios a miembros de la banda criminal “Tren de Aragua”, los cuales consistirían en permitirles video llamadas al exterior, desatando las críticas consecuentes. Lamentablemente, todos estos episodios pueden hacer sentir a la ciudadanía de que debiera existir más control sobre quiénes forman parte del Poder Judicial y, por lo mismo, sentir el impulso de extender las lógicas democráticas y celebrar elecciones de los jueces. Eso sería un grave error.

Por de pronto, en toda la historia nacional los jueces han sido justamente el poder más estable. Durante nuestra historia, los conflictos políticos, guerras civiles, confrontaciones, siempre se han reducido a escaramuzas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, con ventajas para uno u otros en determinados momentos históricos. Mientras esto ocurría, el Poder Judicial no se alineaba y permitía cierta estabilidad del país, en razón de que sus decisiones, a lo largo de la historia, siempre se basaron en el Derecho y no en el termómetro político del momento. Eso cambiará notoriamente durante el régimen militar, pero eso no es tema de esta carta.

Y, por último, se tiene el ejemplo argentino. Los jueces, entre más estén susceptibles a decisiones eleccionarias, más permeables al populismo y a la corrupción. Es cosa de notar los jueces que ocultan información de ciertos personajes políticos o los fiscales muertos que aparecen en el país vecino de vez en cuando.

Sin dudas, debemos mejorar al Poder Judicial y ello debería partir por volver a “fojas 0” respecto de la reforma procesal penal, y seguir contrarrestando la influencia de la izquierda en la formación de los jueces; sin embargo, elegirlos por vías democráticas no es la solución.

William Tapia Chacana. Jefe Área Filosofía y Educación, Revista Individuo.

 
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