CRIMEN E IMPUNIDAD

L. Ignacio González:

“En caso contrario, si Gabriel Boric, su gabinete, bancada parlamentaria y el Poder Judicial continúan con la tendencia errática en la gobernanza de Chile y en el mandato de orden público que les demanda la Constitución, estarán contribuyendo a un potencial conflicto interno dado el caótico escenario actual, y los convierte en cómplices en el asesinato de las ya innumerables víctimas, por darles cobertura política y legal a los responsables.”

 

Señor Director:

A 7 días del mega incendio que consumió flora y conjuntos habitacionales completos, con las ya confirmadas más de 100 decesos de compatriotas, más de 300 desaparecidos y más de 6000 inmuebles reducidos a escombros y cenizas, se hace absolutamente necesario constituir un bosquejo elemental con la información que oficial y extraoficialmente poseemos.

Hay dos aspectos claves sobre el megaincendio que al momento de escribir esta columna están fuera de toda duda: que de los 4 a 7 focos iniciales (el número depende de la fuente consultada) estos fueron completamente intencionales; y en segundo lugar, tal como ha quedado registrado en múltiples videos que circulan en la redes sociales - que constituyen evidencia de la intencionalidad – y por testimonio de las mismas víctimas residentes, los autores de estos focos incendiarios son mayormente venezolanos y chilenos.

La nacionalidad de los autores cobra relevancia para efectos de este breve examen, en tanto es de pleno conocimiento la responsabilidad del Gobierno presidido por Gabriel Boric en la crisis migratoria irresuelta, y la obstrucción constante de su bancada parlamentaria para poner fin a esta caótica situación. Siendo breve, en circunstancias en que se llegue a establecer el vínculo, más allá de toda duda razonable, entre los sujetos de nacionalidad venezolana capturados creando focos incendiarios con la multinacional criminal que es el Tren de Aragua y sus células locales, estaremos en toda razón de exigir como mínimo la expulsión del embajador venezolano, reducir a lo elemental el trato con el régimen de Maduro y exigir otras medidas enfáticas para deshacernos de la oleada de inmigrantes irregulares que hoy pululan por las ciudades de todo Chile, y que según consta en registros testimoniales, han sido agentes directos en la destrucción cientos de vidas chilenas, no solo a causa del incendio del recién pasado sábado, sino también por la epidemia de robos, secuestros y asesinatos a la que hemos asistido los últimos meses.

En caso contrario, si Gabriel Boric, su gabinete, bancada parlamentaria y el Poder Judicial continúan con la tendencia errática en la gobernanza de Chile y en el mandato de orden público que les demanda la Constitución, estarán contribuyendo a un potencial conflicto interno dado el caótico escenario actual, y los convierte en cómplices en el asesinato de las ya innumerables víctimas, por darles cobertura política y legal a los responsables.

Es inaudito que, a 7 días desde el inicio del mega incendio más destructivo y mortífero del último siglo que afectó la V Región, con comprobada intencionalidad, no haya rastro de los autores –salvo aquellos aprehendidos por la misma ciudadanía – ni aún menos, imputados confirmados por lo que puede calificarse en toda regla y sin temor a exagerar, un ataque terrorista con resultado de muerte(s).

L. Ignacio González

Licenciado en Historia

Universidad de Chile

 
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