NO PERDIÓ LA DERECHA

William Tapia:

“Con todo, lo que se quiere, evidentemente, a primera vista, es resolver de una vez por todas los problemas de acceso a salud, educación, pensiones y, ahora, sumado a esas disyuntivas históricas, los problemas económicos y de seguridad que nos han traído la irresponsabilidad de esos mismos políticos..”

Señor Director:

Mucho paño queda por cortar para analizar de manera correcta lo ocurrido ayer. Sin embargo, una lectura demasiado apresurada es la que acepta el triunfo del “en contra” como una derrota de la derecha. El profesor Gonzalo Arenas, en su cuenta de Instagram, pregona que la gente rechazó una Constitución de izquierda y luego una de derecha, preguntándose, entonces, qué quiere la gente. Si bien las masas son cambiantes, ello no implica que no se pueda avizorar fácilmente que algo efectivamente no querían: una nueva Constitución. Quiénes asimilaron y mal interpretaron el asunto fueron los mismos políticos, aprovechando la oportunidad para aumentar su poder de manera grosera (propuesta de la convención), o de un modo más moderando, aunque de todas maneras evidente (propuesta de los expertos, más el consejo).

Con todo, lo que se quiere, evidentemente, a primera vista, es resolver de una vez por todas los problemas de acceso a salud, educación, pensiones y, ahora, sumado a esas disyuntivas históricas, los problemas económicos y de seguridad que nos han traído la irresponsabilidad de esos mismos políticos. Ello no se soluciona por medio de una Constitución, sino con buenas políticas públicas, acompañadas de la convicción de respetar el Estado de derecho, al punto de defenderla de todo ataque, sea de extranjeros, delincuentes, o de los mismos políticos.

Por lo tanto, Gonzalo Arenas, no perdió la derecha, sino que los políticos y en la medida que se comprenda, podremos volver, más pronto que tarde, al redil correcto.

William Tapia Chacana. Jefe Área Filosofía y Educación, Revista Individuo.